miércoles, 30 de septiembre de 2020

Aquella Tapa N°5 "Escript of the bridge" The Chameleons

 

"Chameleons"
Tinta 2020. 
 
Hay tapas de discos que me recuerdan a determinadas estaciones del año “Escript of de bridge” de The chameleons sin dudas me transporta al invierno, desde su portada podemos observar cierta melancolía y un aire de ensoñación, la imagen que ilustra el disco es un dibujo con una estética surrealista, figuras que se mezclan y se desvanecen en el aire, una imagen etérea y helada. Acentuada por una paleta de colores fríos, el blanco está muy presente en la composición haciendo referencia a la nieve, quizás el elemento que más remite al invierno/otoño sea el árbol seco, pero también la del puente en perspectiva que nos lleva más allá del lugar en el que se encuentran estos espectros flotantes. El rostro de un niño llorando que se encuentra en el centro de la imagen atrae nuestra mirada, quizás por los ojos vidriosos cargados de expresividad, muy bien logrados por el dibujante, también la manera en que las lágrimas parecen formar un surco sobre el rostro, logra un gran efecto visual confundiendo figura y fondo. El trabajo es una imagen muy cargada de simbolismo, la idea de la niñez perdida se encuentra presente en varias de las letras de las canciones, también vemos unos niños jugando en una colina cerca de un monumento fálico.  La composición se divide en cuatro partes bien marcadas en forma de cruz, como queriendo mostrar cuatro lugares importantes unidas al medio por el rostro del niño que nos mira de manera compasiva. La obra que ilustra el disco es un dibujo a lápiz de su guitarrista Reg Smithies un artista multifacético que se encargó de diseñar todas sus portadas, cabe destacar la de su segundo álbum What does anything mean? Basically. También es un diseño que siempre me gusto.

El disco refleja muy bien su época 1983, cargado de un aire claustrofóbico, con un grave bien marcado por el bajo y la voz de Mark Burguess, cortado por los agudos juguetones de las guitarras de Red y Dave Fielding, quien además toca teclados. La batería constante y de sonido seco característico del post punk sostiene muy bien todo el disco. Si bien casi toda la placa mantiene el mismo estilo, como una obra conceptual desde que arranca con el épico “Don´t fall” En el segundo tema se animan a un homenaje a John Lennon “Here Today” con una letra muy emotiva y un bello trabajo de guitarras, al final lo enganchan magistralmente con un sonido de caño corrugado de electricidad bajando un instante la intensidad con el comienzo de “Monkeyland” hasta que vuelve a estallar en su estribillo una letra cargada de desesperación y soledad, relata cómo se sentía la banda en su pequeña localidad de Middleton, cuando soñaban con conquistar el mundo. Seguidamente sobresalen con “Second skin” la canción que logro sacarlos de aquella pequeña localidad, un tema que fue bastante difundido en las radios, creo haber escuchado por primera vez el tema en el recordado programa “Domingo, Maldito Domingo” de Juan Di Natale, que luego pasaría a llamarse “Sábado Maldito” Considerado por muchos fans y critica como su mejor composición, una canción con una melodía emotiva, comienza con unos teclados a modo de cuerdas celestiales que van dando paso a las guitarras que desarrollan un hermoso riff luego de la primera estrofa casi replicando la melodía de teclados del comienzo y que se repite a lo largo del tema, además del bello trabajo sonoro cuenta con una poesía profunda y sugerente.

“Mi vida entera pasó ante mis ojos

Pesé, lo que dicen es verdad

Me he despojado de mi piel y mi disfraz

Si esto es de lo que están hechos los sueños

No es de extrañar que sienta que estoy flotando en el aire”

 

 

También se destacan “Pleasure and pain” “Up the down escalator” que recuerdan por momentos al Echo and the bunnymen de la primera época y “Thursdays Chilld” que relata el tema de dejar atrás la niñez, nuevamente aquel niño eterno, que se niega a abandonar su infancia, nos interpela tristemente desde la portada, cual Peter Pan en clave post punk rabioso.

Finalmente cierran con un tema cargado de emotividad “View from the Hill” que relata los viajes de ácido de Mark en la colina Tandle Hill de su pequeña localidad desde donde se puede ver Manchester, sin dudas un gran cierre para un disco poco conocido pero fundamental de los dorados años ochenta.

Si bien la banda nunca llego a tener el éxito masivo que tuvieron varios de sus contemporáneos, lograron edificar un sonido con voz propia y ser un referente para muchas bandas posteriores. Sobre todo, por sus dos primeros discos, que al día de hoy podemos considerar imprescindibles en la música independiente. Muchas de las llamadas bandas de Post Punk Revival como Interpol o Editors suelen mencionarlos como uno de sus mayores referentes. Y a lo mejor ese sea el verdadero poder camaleónico, estar presentes y vigentes sin que muchos puedan notarlo, así que, si todavía no los has escuchado, hazlo, nunca es tarde para conocer a The Chameleons. 

La revista:

 https://issuu.com/revistathe13th/docs/the13th_n_65?fbclid=IwAR0f6YnJw05QpAnHvKNaH-T9tS2a-JY7yTKekVdMv-tVfaenoovoHcJKe7A


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