jueves, 29 de noviembre de 2018

Reed Louded

"Seré tu espejo"
tinta 2018
 Si de algo no hay ningún tipo de duda, es que Lou Reed es un tipo que ha vivido, y lo ha hecho a su manera. Cagándose en absolutamente todo, empezando por su familia, sus managers, sus productores, las discográficas, el mercado, los críticos y hasta en sus propios fans.
Un artista rupturista, por donde se lo mire. Además de romper barreras artísticas y estéticas, con su primera encarnación “ The Velvet Underground” hasta su última producción “LULU” tan criticada por sus fans y los de Metálica, con quien compartió la última de sus aventuras en este mundo.


Tanto para los que conocíamos parte de su obra, como para los neófitos “Lou Reed Una Vida” de Anthony De Curtis representa un buen muestrario de lo que fue la experiencia intensa de ser Lewis Allan Reed.



Una relación compleja y llena de resentimiento con sus progenitores, sobre todo con su padre. No dejo de escribir sobre ese tema hasta el fin de sus días, donde el punto más conflictivo de la relación se centra en el tratamiento de electrochoques que sus padres, le obligaron a hacer para curar su supuesta homosexualidad, aconsejados por un psiquiatra. Que según Reed le produjo varios problemas como la pérdida de memoria a corto plazo.
A partir de ese hecho, se dedicó a hacer todo lo que para su familia era un horror, sobre todo el consumo de drogas, el alcohol y el rock and roll. Pero no todo fue rebelión, fue un alumno destacado en la universidad, siempre preocupado por ser reconocido como un escritor que se aprovechó de la música para llegar de manera directa al público. Sus ambiciones literarias nunca decayeron desde que empezó a escribir canciones, ya en el segundo disco de Velvet underground se animó a musicalizar un cuento llamado “The Gift” recitado con un tono monocorde por su compañero John Cale.
Una de las características del libro es que no se dedica a ponderar el mito, sino que es muy crítico de su obra, y sobre todo de su vida privada, llena de controversias, ataques de ira y mal humor que padecían quienes lo trataban, quien en un minuto se convertía en tu amigo y al otro minuto te odiaba, como cita un allegado.
Pero, sobre todo, el libro es un buen catálogo de su obra, que es inmensa en cantidad e importancia. Me tome el trabajo, gracias a las nuevas tecnologías, de ir escuchando los discos cronológicamente en spotify. Es un ejercicio que recomiendo ampliamente, es una hermosa aventura. Me han sorprendido varios discos que no conocía como “New sensations” “Magic and lost” o “The Blue Mask” los discos en vivo “Take no prisoners” o “Rock and roll animal” representan una buena muestra de lo que fue su fuerza en vivo, siempre obsesivo con el sonido, supo rodearse de buenos músicos que ayudaron a desarrollar sus ideas.
Un pequeño dato que me emociono, del cual no tenía idea, fue el último encuentro de Velvet Undergroun, donde homenajearon al difunto Sterling Morrison, guitarrista de la banda. Allí tocaron la última canción compuesta para la ocasión “Last night i said goodbye to my friend” y fueron introducidos al salón de la fama del rock.  Donde las palabras de Cale fueron las más acertadas:
"Este acontecimiento deja en claro algo asombroso para todos los jóvenes músicos del mundo: Las ventas no son todo en el Rock. Y todos en el mundo merecen aliento… la inspiración y la libertad artística son las bases del Rock and roll"


Según cuenta el libro las palabras de Andy warhol a la Velvet y especialmente a Lou, cuando fueron a grabar el primer disco, del cual Andy era el supuesto productor y del cual se vendieron muy pocas copias, fueron: “siempre hagan lo que quieran, no dejes que te obliguen a cambiar ni una palabra de tus letras”

Algo raro que me llama la atención, es la cantidad de errores de tipeo que tiene el libro, quizás tenga que ver con la traducción o la corrección, pero mas allá de ese pequeño detalle es un libro altamente recomendable.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Maggot Brain

"Pacha Brain"
acuarela 2018.

Llegue a este disco por el famoso libro los 1001 disco que debes escuchar antes de morir.
Nunca había prestado atención al funk, y decidí empezar por este disco. Debo decir que la portada me atrapo ni bien la vi. Esa negra que grita desesperadamente, enterrada en medio de la oscuridad. Enigmática y fuerte, cual pacha mama, herida, pero dando batalla. Representa la puerta de entrada a un disco increíble.
Unos golpes de batería con delay, nos adentran en un trance eterno, que se profundiza con una guitarra quejosa cargada de wah wah, que se entrelaza con otra guitarra más acústica, que desarrolla un interminable arpegio. Se pueden ver atisbos de Hendrix, en una de las introducciones más largas de la historia.  Luego de 9 minutos puede escucharse un susurro que reza algo así como “Call Maggot Brain” o quizás “Cool Maggot Brain”.
Cuenta la leyenda que el mentor de todo este viaje y creador del termino P-Funk, George Clinton, le pidió al guitarrista Heddie Hazel, que toque ese solo como si su madre hubiese muerto. Y valla que funciono aquel truco, la guitarra suena estremecedora por momentos y de un sentimiento devastador.
El “P-Funk” representaba el viaje de la nave nodriza, encargada de llevar el funk a todas las galaxias del universo, comandada por el Dr. Funkenstein, alter ego de Clinton, cantante y líder del proyecto. Dentro de la llamada movida Psicodélica, el funk nunca tuvo el reconocimiento que debería haber tenido, sobre todo este disco en particular, que se mueve dentro del estilo como pez en el agua, mejor dicho, como nave en el cosmos. Seguramente el concepto central del P-funk, tiene mucho que ver con otro viaje, uno mental, provocado por el exceso del LSD, reconocido por los miembros de Funkadelic, y muy común por aquellos años.
Cuando finalmente me decidí a comprarlo en vinilo, me detuve en la foto interna de la portada, había un personaje que me llamaba la atención, me parecía haberlo visto en algún lado. Sin dudas lo había hecho, era ni más ni menos que Clinton, y la foto, era la misma que había utilizado unos cuantos años después Primal Scream en la contratapa de su disco “Give Out But Don't Give Up” Resulta que Bobby Gillespie de Primal Scream es fanático de la música de Clinton, quien trabajo como productor del disco.


Volviendo a Funkadelic, representa una parte muy importante en el rock, una mezcla de Soul, Funk y Psicodelia de las mejores que sean hecho, con un trabajo de voces conmovedor, si aún no escucharon “Maggot Brain” háganlo, no se van a arrepentir, pónganse el casco afro, relánjense en su nave sillón, y entréguense al viaje, es sin dudas es un disco fundamental para esta galaxia o cualquier otra. 

"El Dr. Funkentein"
Acuarela 2018.