lunes, 21 de diciembre de 2020

Aquella tapa N°6 "Honey's Dead / Methods of silence"


¿Honey, esta Muerta? 
Tinta 2020
 
1992 fue un año de grandes lanzamientos para el rock, algunos de los discos que más me gustan fueron editados ese año. En aquel momento la banda escocesa The Jesus and Mary Chain lanzaba su cuarta placa de estudio titulada “Honey´s Dead” de entrada nos hablan de la muerte una idea permanente en la obra de los hermanos Reid, en este caso la muerte de una etapa, algunos dicen que querían decir lo diferente que era ahora la propuesta musical de la banda y desde el sonido lo dejan en claro, por un lado se alejan del estilo americano de “Automatic” su disco anterior y el sonido más acústico de “Darklands” su segundo disco, también abandonan las cajas de ritmo electrónicas y vuelven a la batería, en este caso el encargado de ejecutarlas es Steve Monti quien formo parte de la banda Curve. Otro hecho que marca un cambio es la partida de Douglas Hart el bajista que los acompaño desde el principio. El titulo hace referencia a la diferencia con su hit “Just Like Honey” De su emblemático primer álbum “Psychocandy” para muchos uno de los mejores discos de mediados de los 80. Donde despliegan un arsenal de ruido que funciona como un envoltorio de melodías dulces y totalmente pop de las voces.

El disco esta producido por Alan Moulder pionero en el sonido indie de los 80 y 90, supo trabajar con innumerables bandas, siempre logrando un sonido profundo y contundente. En este caso, el foco está puesto en el ritmo, con bases bailables y juguetonas, en ocasiones aumentadas por el apoyo de programaciones que logran un ambiente perfecto para intervenciones guitarrísticas de William Reid, que hace y deshace marañas de ruido cargadas de efectos a piachere. Jim Reid está a cargo de las voces en 6 temas y William en los otros 6. Sobresalen algunos temas como “Sugar Ray” o “Far gone and out” con unos hermosos arpegios y una base rítmica que nos hace mover al son del he, he, he del coro o “Cathfire” donde una combinación perfecta entre wah y tremolo cargados de distorsiones nos sumerge en una tormenta eléctrica dulce y psicótica. En “Almost Gold” “Sundown” y “Tenage Lust” nos relajan un momento al más estilo balada Jesus, igual que en “Good for my soul” donde nos arrullan al ritmo de unos shakers incesantes. En el clímax del viaje llega “Rollercoaster” donde muestran su costado más progresivo, con partes bien diferenciadas entre sí, sobre todo a nivel sonoro, varios cambios de ritmo que se basan en una batería con un tacho bien robusto y sólido que junto a las estridencias de las guitarras forman una pared de sonido demoledora. Pero sin dudas el tema que abre el disco es la joya “Reverence” con la sugerente frase “Quiero morir como Jesucristo, quiero morir como John F. Kennedy” nos dejan en claro algo: Ok te vamos a hacer bailar, pero recordá que la vida es una mierda y vas a morir de todas formas. Negados a abandonar ese costado oscuro y malicioso que los hizo famosos. Y así caemos rendidos al ritmo, con la premisa de la muerte siempre sobrevolando las cabezas de los Hermanos Reid que cierran con “Frecuency” una especie de epígrafe de Reverence, como para redondear la idea de querer morir, por si no quedo claro. 

Es la primera vez que no aparecen ellos en la portada de un álbum, anteriormente siempre habían utilizado fotogramas de algún videoclip, tal vez consciente o inconscientemente, ahora buscaban remarcar el cierre de una etapa, también en la imagen. Es posible que, a primera vista, la imagen borrosa de la joven nos remita a la estatua de la libertad, sobre todo por esa corona sobre su cabeza, una paleta de color limitada, un amarillento beige, un poco dorada que recuerda tanto al oro como a la arena (El oro y el barro). Una forma abierta sin líneas de contorno, Figura y fondo se funden uno al otro, en una especie de espectro, lo que parece haber sido una joven, con un aura luminosa que rodea la imagen, crea un halo de misterio, como si saliera del centro de una niebla, como si volviera del más allá. Y quizás en este constante juego de opuestos, que tanto les gusta jugar a los Hermanos Reid, nos Digan que además de estar muerta aquella chica de miel, puede estar resucitando permanentemente. Durante mucho tiempo pensé que era una imagen originada digitalmente, pero hace unos años investigando llegue a su origen. Se trata de una fotografía modificada de la pintura “Ofelia” (primera versión) (c 1851-1853), óleo sobre tabla, 68,6 × 123,8 cm, Manchester Art Gallery, Inglaterra.  Del pintor Ingles Arthur Hughes 1832/1915. Su pintura se encuadra dentro del movimiento Prerrafaelistas, aunque nunca haya integrado ese movimiento se lo relaciona por las temáticas de sus pinturas siempre ligadas a la literatura, la poesía y el simbolismo romántico. La pintura muestra a Ofelia sentada bajo un sauce, juntando flores y yuyos, junto al arroyo en el que pronto se ahogará, habiendo sido conducida a la locura por el asesinato de su padre, por Hamlet y su rechazo a su amor. Para asegurarse de que el espectador no tenga dudas sobre el momento que nos muestra, Hughes inscribió las líneas relevantes de Hamlet Acto 4 Escena 7 alrededor de su pintura. Aunque cumple los criterios de una pintura narrativa, con su referencia avanzada en la corriente, no transmite ningún sentido del inminente desenlace trágico, basándose en el conocimiento del propio espectador de la obra original.


Fue John Millais quien pintó la resolución de la historia casi exactamente al mismo tiempo, en su Ofelia (1851-2), que muestra el cuerpo ahogado de Ofelia flotando en el rio, dura como una estatua, con las manos en alto, luego de soltar las flores que rodean el vestido inmaculado. Una expresión un tanto orgásmica en el rostro, la boca entreabierta deja ver sus dientes como perlas blancas y el brillo de sus ojos verdes que parecen haber visto el cielo por última vez.

Lo que me llama la atención es ¿Porque no usaron la imagen de Millais, si es que Honey ya está muerta? Que mejor que mostrarla en ese estado, flotando boca arriba con su rigor mortis intacto ¿O acaso Honey no esta tan muerta como parece o como nos quieren hacer creer? Tal vez esté más viva que nunca. Quizás ese histeriqueo enfermizo y constante de los hermanitos macana, quede manifiesto en esta portada y constituya la esencia misma de la banda. Si, odiamos el rock, pero al mismo tiempo lo amamos, en definitiva, tratamos de cambiar un poco en cada disco, pero seguimos siendo lo mismo de siempre, un dúo dinámico/sónico repitiendo la única fórmula que poseemos: Melodía + Ruido + Oscuridad = JAMC.

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"Camouflage"
Tinta 2020
 
Lo primero que recuerdo del trio alemán  Camouflage es haber visto el video de “The Great Commandment” de su primer disco, seguro lo vi en algún programa de televisión abierta, como Música total o Rock and Pepsi, me impacto, pensé que se trataba de una banda sonara de alguna película por cómo se desarrolla la trama. Unos niños enfrentan a un robot supremo en un ambiente post apocalíptico todo en un tono sepia que da la impresión de película antigua. Nunca había escuchado un disco entero hasta el 2011 cuando me tope con una copia en vinilo de su segundo trabajo “Method of Silence” en una tienda de usados del barrio de Flores en Ciudad autónoma de Bs.As. Es cierto que había visto su portada varias veces, me parecía de un hermoso diseño. Pero siempre tuve un preconcepto sobre la banda, ya que en muchas notas de la prensa musical se la mencionaba despectivamente como una banda de un hit.

La copia se encontraba en perfecto estado, tapa y disco, y a un valor muy bajo $300 así que no lo dude y lo compre, de ultima tendría un disco con una bella portada y dos buenos hits. Debo decir que a la primera escucha me encanto y me sorprendió, sin dudas existe un paralelo sonoro con Depeche Mode, muy marcado en el trabajo de los arreglos vocales, sobre todo en “Anyone” y en el mega hitero “Love is a shield” en este tema todo está bien, desde la relajante melodía del oboe que recorre todo la canción tejiendo diferentes armonías, las cuerdas, el juego de las voces, las programaciones que se combinan a la perfección con percusiones reales que sobresalen en el final por medio de unas tablas. Pero además me atrapo la bellísima pieza instrumental “Your skinhead is the dream” con aires orientales. Mientras escuchaba “on island” creí escuchar unas voces en español, primero pensé que se trataba de algún niño en la puerta de casa, ya que muchas veces escucho ruidos de afuera mientras escucho discos, pero enseguida note que era dentro de la música, me acerque y pude entender algunas frases sueltas, un buen recurso más allá de los arreglos orquestales que están muy presentes en todo el disco, como en el tema que le sigue “Feeling down” con aires arabescos. En “Les Rues” utilizan sonidos de vidrios rotos y un bello arreglo de cuerdas, combinado con una voz que relata algo en francés, la pieza más experimental del disco que cierra con un pequeño epilogo instrumental de 36 segundos “Rue de Moorslede” No hay dudas que no se trata solo de una banda de un hit, o al menos no en este disco, producido por Dan Laskman en sunsound Studio Bruselas.

 


Yendo al arte de tapa, es un estilo de dibujo que particularmente me gusta mucho, muy suelto, con manchas de tinta china, consigue mostrar movimiento en el vuelo del ave. El artista encargado del arte es Klaus Paul y ya que no encontré mucho material sobre el o la obra en si voy a relacionarlo con algunos artistas que admiro y a los cuales me recuerda.  El estilo se acemeja bastante al del famoso dibujante de The Wall de Pink Floyd, Gerald Scarfe o a la obra del ilustrador Ralph Steadman por sus dibujos para los textos de Hunter S. Tomphson alias Gonzo. Ya que estoy les recomiendo el documental “For no one” dedicado al trabajo de Ralph conducido por Johnny Deep quien interpreto a Tomphson en “Pánico y locura en las vegas” Pero también me recuerda a la obra de un artista argentino, maestro de la ilustración en tinta china Luis Scaffatti, quien realizo unas hermosas ilustraciones de La Metamorfosis de Kafka, “Drácula” de Bram Stooker o “El gato Negro” de Edgard Alan Poe. Pero el libro que más me gusta y más me recuerda a esta portada de disco es uno llamado “Dragon” donde de manera magistral el dibujante se entrega al juego de la línea y la mancha a través de unos arremolinados vuelos imaginarios, como el vuelo mental que propone este maravilloso disco de Camouflage.  

La Revista:

https://issuu.com/revistathe13th/docs/the13th_n_66?fbclid=IwAR0oDZYM9dy-Dsy1C2xZHufWDEP4VC9NDkNRHKOEM6VWZxEzFiWidp4mcHo