viernes, 11 de octubre de 2019

El año de Artaud

"Luis"
tinta y digital 2019

“Aunque me fuercen yo nunca voy a decir, que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor…”

De esta manera, y con esta frase contundente, Luis Alberto Spinetta, dejaba en claro su postura. Como un rayo veloz que se disparaba hacia el futuro, dejando atrás su pasado inmediato Junto a Pescado Rabioso. Decidido a cambiar de forma una vez mas, como lo había hecho anteriormente con Almendra, ahora el pescado mutaba hacia una especie de estrella irregular de color verde amarillento. Con una poesía siempre elaborada, pero un tanto más enigmática, intimista y surrealista.
Luis Alberto, con apenas 23 años desafiaba a sus fans en un teatro Astral repleto, con el único acompañamiento de su guitarra acústica. Algunos se animaron a insultarlo en varias oportunidades, el supo defender su propuesta con una habilidad envidiable para improvisar respuestas irónicas con un sentido del humor especial. Con su voz aguda y suave suelta un: “En cualquier momento tienen que tirar algo eh, estoy esperandolo” como advirtiendo a algunos distraídos, que no entendían que el rock o la música progresiva, como se lo denominaba por entonces, había cambiado. Y no todo eran grito riffs y distorsión.
También era posible mostrar otras estéticas, otras obras, otras ideas. Él se había propuesto acercar a sus fans a la obra de Antonin Artaud, un poeta francés que lo había cautivado y había muerto hacia 20 años. También estaba obsesionado con la obra de Vincent Van Gogh, que a su vez había cautivado a Artaud, llevándolo a escribir uno de sus textos más famosos “El suicidado por la sociedad” Spinetta estaba inspirado y lo mostraba, a la entrada del concierto en el que presentaba su flamante Lp, que había grabado y compuesto él solo, para cumplir con el contrato de un disco más con su discográfica.  Repartió un ensayo escrito por el “La suicidada por la sociedad” donde daba su postura sobre la música progresiva, o aquella balsa que nunca partió y naufragó mar aquí, mar allá… el rock, de a poco dejaba de ser algo para entendidos, los que estaban en la pomada, como se decía por entonces, para pasar a interesar a un público masivo. Esto hacia que los empresarios posen sus ojos en la nueva revolución cultural, como una nueva mina de oro. Algunos músicos se mostraban un poco reticentes, a dejar de ser los rebeldes que había embanderado Moris unos años antes.
Spinetta, en ese texto, hacia una crítica política sobre las discográficas y como explotaban a sus artistas. Todo esto ocurrió en 1973, un año tumultuoso muy convulsionado, artística, cultural y políticamente.



Es el año en que más discos de rock se editaban hasta entonces, con propuestas muy disimiles. Como el segundo de Sui Generis, el primero de León Gieco, Pappo´s Blues vol 3, Muerte en la Catedral de Litto Nebbia, Candiles de Aquelarre, y hasta el disco póstumo de Tanguito. Y por supuesto el ambicioso disco doble “Pescado2” con el que Luis cerraba un ciclo en su carrera. El torrente compositivo del musico por aquellos tiempos, le permitía darse el lujo de editar dos discos fundamentales para el rock en un mismo año.
Con respecto al contexto político, volvió Perón al país, con todo lo que esto traía aparejado, como el enfrentamiento armado en Ezeiza, el asesinato de Rucci etc. En Chile asesinaban al presidente Allende y explotaba una represión desenfrenada contra los artistas, el asesinato de Víctor Jara a manos de los militares en el estadio Nacional de Chile, la dudosa muerte de Neruda, quien padecía cáncer, todavía se investiga si fue envenenado. La juventud era protagonista política por primera vez, la urgencia de la revolución que parecía estar al alcance de la mano era la prioridad para muchos.
En “El año de Artaud” Rock y política en 1973. El libro de Sergio Pujol, analiza con una rigurosidad histórica increíble, mes por mes aquel año bisagra. El arte y la política van juntos siempre, mal que les pese a algunos. Y aquí se analiza una obra mítica de nuestra música popular, desde ambos puntos de vista. Ninguna obra monumental como es esta se genera de la nada, sino que se crea en un contexto histórico, social y político, y en este caso ese contexto fue muy complejo.
Pujol logra magistralmente saltar de la estética a la política y viceversa. Sin titubear ni aburrir en ningún momento. A mi entender, es un texto apasionado sobre la cultura argentina, más que un análisis de un disco. Si bien el Lp “Artaud” es el disparador, existen múltiples personajes que conviven con el mismo y su creador. Los nombres de Perón, Rucci, Cortázar, El Brujo López Rega, Billy Bond, Pinchevsky, Charly García, el tío Campora, David Lebón, Isabelita, Leonardo Favio, Palito Ortega… y tantos otros, conviven sin problemas en un relato con mucha acción y poca pausa. La manera en que está escrito, nos hace sentir en carne propia lo movilizado y vertiginoso que fue aquel año. Sobre todo, para los que no lo vivimos y gustamos de la historia, la política y el arte.
Además de contar con lujo de detalle lo que fue la creación de aquel disco, detalla otros discos fundamentales, los cuales algunos, no había escuchado o escuchado muy poco, como “Pinchevsky su violín mágico y la pesada”, “Buenos Aires Blus” de la pesada, “Kubero Díaz” y la pesada, “Tercer mundo” de Gato Barbieri, “Gabriela” de Gabriela Parodi o “Candiles” de Aquelarre. También hace un repaso por varios movimientos fundacionales de la contracultura nacional, como la revista-fanzine literaria “El parque”, que tuvo su origen en el parque Centenario, en encuentros entre diferentes grupos de artistas y jóvenes con las mismas inquietudes.
Por otro lado, me acerco a la última etapa de este artista inabarcable, me detuve en algunos de sus últimos discos que tenía poco escuchados. De los cuales rescato la trilogía “Para los árboles” “Pan” y “Los ojos” como imprescindibles para quien quiera disfrutar su magia. 
Si tienen ganas de hacer un viaje en el tiempo y vivenciar un poco lo que fue un año importante en nuestra cultura, no dejen de leerlo, pero recuerden que mañana es mejor.




“El año de Artaud” rock y política en 1973.
Sergio Pujol.
Editorial Planeta 2019.      

"Antonin"
Tinta y digital 2019.

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