martes, 26 de octubre de 2021

Aquella tapa N°9 "Scream" Siouxsie and the Banshees

 

"Sream"
Tinta 2012

Mucho antes que el bebe de Nevermind consagrara a Nirvana mundialmente y dejara estampada en nuestra memoria aquella zambullida detrás de un billete, como una de las tapas icónicas de los años 90. Un fotógrafo ingles buscaba desesperadamente una piscina perfecta para poder plasmar la idea de una joven Siouxsie Sioux, cantante y líder de una de las bandas pioneras del punk y postpunk, que supo abrirse camino a fuerza de originalidad.

La idea principal de la tapa y el título del disco estaba basada en la película “The swimmer” de 1968 protagonizada por Burt Lancaster, en ella el personaje principal Neddy Merill decide saltar las vallas de las casas vecinas para nadar en sus piscinas, así pasa sus días de jardín en jardín, agotándolo física y mentalmente, de esta manera lo único que pudo hacer finalmente fue gritar. Finalmente, Paul Wakefield, el fotógrafo en cuestión, dio con el sitio perfecto para retratar el concepto de Siouxsie. Su idea era controlar la iluminación, para esto necesitaba de una pileta cubierta, se decidió por la piscina del YMCA del centro de Londres, ubico una serie de luces de 1000k y 2000k en el borde de la piscina y opto por modelos niños de una escuela.

La imagen es un poco inquietante y misteriosa, recortada de manera vertical en el centro de la portada, puede verse una niña zambullida, apretando sus ojos con los brazos extendidos, en primer plano un pie de alguien que se fuga de la imagen y una figura de espalda al fondo. La línea del piso en celeste que se pierde en perspectiva hacia el fondo le da profundidad y encuadre a la escena. La contratapa es mucho más minimalista, oscura y sugerente, solo muestra unos pies, no contiene ninguna información, ni siquiera los títulos de las canciones, para eso hay que dirigirse al sobre interno del disco. 

El disco se grabó en una semana en los estudios Rak de Londres, se mezcló en tres semanas y se publicó el 13 de noviembre de 1978 bajo el sello Polydor, con los últimos coletazos de lo que fue la revolución punk, si bien la banda venia de aquella primera oleada de grupos, quizás muchos no sepan, pero Sid Vicious fue baterista por un corto plazo antes de pasar al bajo en los Sex Pistols. En este primer y aclamado disco de Siouxsie and the Banshees, casi no se encuentran rastros del punk mas primitivo, pero predomina la idea central de aquel movimiento, hacer las cosas a tu manera cueste lo que cueste. En este sentido podemos destacar el trabajo del sonidista y productor Steve Lilliwhite, quien logro un sonido amplio y atmosférico, frio y pasional al mismo tiempo, la manera de grabar la batería es uno de sus logros, grabo el bombo y redoblante, luego platillos y por último los toms que sobresalen en la mayoría de las canciones, aun hoy en día siente adelantado a su época, por mucho tiempo no pude escucharlo,  pero cada vez que veía la tapa en alguna revista me encantaba, esa fotografía me atrapaba cada vez que la veía, tal vez la paleta de colores tenga algo que ver ya que el azul es mi color favorito, además la sensación de sentir el agua en el cuerpo al nadar también es una de mis preferidas.

Si había escuchado varios de sus discos sobre todo “Nocturne” y “Hyaena” que posee otra tapa que me encanta y por supuesto “Superstition” mucho más accesible para las radios, como fue su hit “Kiss them for me” y por supuesto el compilado “Twince upon a time/The singles” nunca me había detenido a escuchar con detenimiento su discografía más allá de estos discos mencionados. En 2019 mi profesora de yoga me dice que tiene unos discos de vinilo que heredo de un amigo ingles y que si los quiero me los regala, entre ellos se encontraba “The Scream” edición original inglesa en perfecto estado. Sorprendentemente suena de maravilla, casi sin nada de fritura, finalmente pude comprobar porque era tan mencionado y citado por tantos músicos que admiro, es sin dudas uno de sus mejores discos, más allá de los logros de ventas que consiguieron en los 80 y 90, este marca la importancia de la banda y sobre todo del trabajo del guitarrista, luego pasarían a tener muchísimos guitarristas como por ejemplo Robert Smith de The Cure, pero ninguno pudo conseguir ese sonido tan característico y original de su primer disco que le dio John McKay. Un sonido único, disonante, por momentos metálico, con un buen uso de los armónicos, en algunos pasajes no perece una guitarra, el meticuloso uso del flansher y el fuzz como efectos primordiales ayudan a crear ese remolino sonoro. Además, McKay toco el saxo en varios temas y fue el compositor de la mayoría de las melodías principales, grabo en el siguiente álbum “Join Hands” de 1979 llevando sus experimentos sonoros un poco más allá y luego dejo la banda. No se sabe mucho de la carrera musical de Mckay por fuera de Los Banshees, pero seguro se trata de uno de esos casos de faro, artistas que marcan un rumbo a seguir, ayudan a forjar un género y una idea que perdura más allá de su tiempo y espacio, junto a Magazine y Public Image Ltd; Siouxsie supo fundar las bases de lo que sería gran parte de la música de la década del 80, tan influyente y reversionada hasta hoy. No es casualidad que otro John, McGeoch en este caso, haya formado parte de las tres bandas en algún momento de su vida haciéndose cargo de la guitarra y el saxo, pero esa es otra historia. También hay que destacar el trabajo de la batería y el bajo, creadores de lo que sería el sonido de la base rítmica postpunk propiamente dicho, ese pulso nervioso, frio y tajante que sobresale por encima de la melodía. Y coronando todo esto, por supuesto, la voz y el histrionismo de Siouxsie que por momentos sale a la superficie y en otros se pierde a la distancia en una zambullida etérea.

La revista:

martes, 19 de octubre de 2021

Encuentro Cercano

 

"Algo personal"
Tinta 2016.

Un día como hoy, pero hace treinta años, fueron avistados tres marcianos en Tilcara, caminando por el desierto. Se dice que habían llegado para quedarse, y así fue, nos acompañaron con su música por unos cuantos años, aquella fue su segunda aparición pública. Superaron cualquier expectativa, tanto instrumental como compositivamente. Nos mostraron un camino desconocido para los terráqueos de esta parte del mundo, muchas veces acusados de plagiadores, pero originales, profesionales y comprometidos con su arte como pocos.
 Pocas veces se da que el segundo disco supere al primero, pero ellos lo superaron, cualitativa y cuantitativamente. Y Latinoamérica cayó rendida a sus pies.
Desde aquella enigmática portada, donde una especie de agente del FBI, quizás un Mulder de los expedientes x, algunos creímos ver a Phill Collins en ese personaje, sostenía una foto de los presuntos alienígenas, portadores de unos peinados que desafiaban las leyes de la gravedad.   Lo cierto es que en aquel encuentro cercano de tercer tipo, dejaron en claro que los visitantes tenían algo para decirnos, algo personal y de un valor artístico admirable. Y entonces supimos que Fabio zerpa  tenía razón, los extraterrestres ya estaban entre nosotros. 
Cuenta la leyenda familiar que mi prima Brenda se encontraba en viaje de vacaciones en Tilcara con mis tios. En el mismisimo momento en que Soda Stereo filmaba el videoclip de "Cuando pase el Temblor" y que ademas habian accedido a sacarse unas fotos con mi adolscente prima. Esta historia siempre la contaban mis tios y la verdad es que yo ya habia empezado a creer que lo habian soñado o vaya a saber si era cierto, ya que nunca habia visto esas fotos. Finalmente mi prima me etiqueta en una publicacion de Facebook diciendo que encontro las fotos. El encuentro cercano fue confirmado.
 



martes, 28 de septiembre de 2021

Aquella Tapa N°8 "Stigma" EMF


"EMF"
Tinta 2021

El de 1992 la banda inglesa E.M.F presentaba en el estadio de Obras sanitarias su segundo disco de estudio “Stigma” esa noche conocí a dos grandes amigos que luego me invitarían a formar parte de su banda “Las Cacatúas” La gira por Argentina fue un fracaso definitivo unas 300 personas asistimos y pudimos ver un buen show, creo haber sido la primer persona que saco la entrada, ya que tengo la numeración 0001, la verdad que estaba ansioso por verlos, su primer disco me había gustado pero el segundo me gustaba aún más, la portada muy distinta a la de “Shubert Dip” me atrapo enseguida tenía cierta oscuridad que me atraía, me generaba mucha intriga saber que era aquella figura que parecía estar gritando llena de clavos. La música también era más oscura que el anterior disco y lo dejaban bien claro ya en el primer tema “They’re here” y lo reafirmaban en su video, siempre me gustaron las bandas que cambian de un disco a otro y no buscan repetir formulas. El bajo estaba mucho más presente igual que el bombo de la batería, y se destacan en “Arizona” y “Never Know” la guitarra de Ian Dench siempre filosa y precisa como en “Getting Through” o en la media balada “She Bleeds” Los ingleses lo entregaron todo más allá de la poca audiencia, la banda Argentina Martes Menta, a quienes seguía por entonces, fue la telonera. También brindaron un buen show corto e intenso. Las teclas y la voz de James Atkin completan el combo explosivo. Una combinación perfecta de máquinas y tracción a sangre coronada por los coros de la experimentada P.P. Arnold, cantante de soul norteamericana que trabajo con innumerables bandas y solistas desde 1960, además de grabar varios discos en solitario.

 


Luego de investigar cual era el origen de la imagen de la portada, lo encontré, y resulta que cierra perfectamente con la idea del Stigma, se trata de una pieza de arte de una tribu africana, su título es "Fetiche de uñas” Pueblo de Ngangi, Bajo Congo, esta pieza es una estatuilla que se utiliza como un amuleto mágico. Se encuentra en el museo Pitt Rivers, Universidad de Oxford.

Nkissi o más bien Minkissi, que es su plural, es una palabra "kongo" para indicar este tipo de estatuillas mágicas que llevan en su vientre una cavidad destinada a guardar las sustancias mágicas que mediante los ritos adecuados les transmitirán el poder y la fuerza que les caracterizan. El término "minkissi" significa en el dialecto kongo "cosas que hacen cosas". Existen tres tipos de Minkissi: - Los relicarios, con la cavidad ventral que contiene medicinas y sustancias mágicas y que va cerrada por un trozo de espejo. - Los Minkissi Nkonde, recubiertos de clavos y de cuchillas. - Los Minkissi mpemba o phemba, que representan maternidades. El Nkissi Kondi tiene el poder, después de su sacralización por el Nganga, de enfrentarse a los hechiceros y a los seres malignos, ya sean hombres o espíritus. Estos fetiches ya sean de clavos o de cuchillas son el símbolo del poder mágico por excelencia, utilizados en las Repúblicas Popular y Democrática del Congo, antiguo Zaire esta última. La cavidad ventral está destinada a alojar las sustancias mágicas que constituyen la base de su poder. Son la carga mágica del fetiche, aunque con frecuencia son dotados de un suplemento de cargas mágicas introducidas en bolsitas. Con frecuencia la carga mágica principal, de la oquedad ventral, va protegida por un trozo de espejo. El espejo tiene grandes cualidades mágicas, entre otras, la de ahuyentar a quienes se atrevan a mirarlo pues se verían reflejados en él, lo que significaría que les habrían arrebatado el alma. Una vez dotados de estas fuerzas sobrenaturales, los fetiches deben luchar contra las fuerzas ocultas o, en su caso, servirse de ellas. Son fetiches protectores que pueden servir para vengar a los inocentes, transmitiendo a los culpables súbitas enfermedades o desgracias que pueden provocarles la muerte. 

 


El Nganga o hechicero activa el fetiche con pases mágicos para que sea operativo y en medio de ritos mágicos va hincando los clavos o láminas de hierro en el fetiche. Un clavo o cuchilla puede significar una enfermedad curada, un favor conseguido o un enemigo castigado o abatido. Normalmente esgrimen un arma, por lo general una lanza en la mano levantada del brazo derecho y sus rostros debían mostrarse agresivos, aunque son fetiches benefactores, pero por su aspecto tratan de intimidar a los malvados. Los clavos o cuchillas son una especie de firma que cierra el pacto del Nganga con el cliente en relación con una palabra dada o una promesa. Si se rompe el acuerdo el Nganga debe quitar el clavo o lámina que simboliza ese pacto para que éste quede anulado y deberá tener sumo cuidado en no equivocarse de clavo. El Nganga perdería su prestigio si ve obligado a tener que arrancar clavos. Se utilizan en prácticas adivinatorias o curativas. Las familias, los particulares o los pueblos pueden dirigirse al Nganga para una demanda concreta, curar a un enfermo, obtener una buena cosecha, ganar una guerra, desenmascarar a un culpable, luchar contra los sortilegios de un hechicero, favorecer la caza o administrar justicia. Tantas demandas como necesidades puedan tener los miembros de la colectividad.


 

lunes, 29 de marzo de 2021

Aquella tapa N°7 "Kid A" Radiohead.

 

"Radio Kids"
tinta 2020
 
Una tierra desolada, fría, helada, desértica y arrasada por la mano del hombre. Una imagen del futuro cercano para nada prometedor, eso es Kid A o por lo menos a simple vista desde su portada. La imagen que más me impacto desde que lo tuve en mis manos fue la ilustración a doble página en el medio del librito, la única imagen del libro en la que aparecen personas, en ella se puede ver lo que parece ser una familia, de espaldas contemplando una pared de hielo gigante, un enorme tempano celeste, como alguien que observa una pintura en un museo que no logra comprender del todo, pero que si está allí seguramente debe tener algo importante para transmitirnos. Y quizás sea lo que resuma el concepto general del disco, esto es lo que obtendremos si seguimos haciendo nada: La Nada… un páramo helado.  

El arte de tapa, donde a simple vista se destaca una paleta de colores baja, y un predominio de las formas abstractas, está Influenciado por la guerra de Kosovo en 1999. Creado por Thom Yorke con el seudónimo Tchok y su amigo el artista plástico Stanley Donwood, el imaginario apocalíptico descrito por Thom se aleja del arte de OK Computer inspirado en Rauschenberg. En esta oportunidad Donwood creo para Kid A grandes pinturas al óleo, contrariamente a lo realizado para OK Computer, que había trabajado en formatos virtuales, dijo que el mouse lo estaba volviendo loco y decidió enloquecer a lo grande. La transición de un pequeño monitor de computador a un lienzo gigante es una buena metáfora del nuevo alcance amplificado de Kid A.

Mientras las letras y el arte de OK Computer mostraba una sociedad hipercapitalista luchando contra sus contradicciones internas y su bancarrota moral, Kid A se expande de tal manera que su alcance va más allá de las soleadas veredas de los suburbios hacia los oscuros paisajes de un futuro apocalíptico. Lo que se ve es terrorífico: paramos yermos, campos de batalla vacíos, ciudades en llamas, terrenos congelados, sangre por todos lados. Es la proyección de un mundo que ha sido menospreciado, diezmado y luego abandonado. Son las consecuencias del descontrol del capitalismo consumista. Son nuestros edificios en llamas nuestro mundo cubierto de hielo. La línea narrativa mas contundente que atraviesa todo este panorama desolador aparece en la edición especial de Kid A, en el evocan el apocalipsis a través del formato típico de un libro infantil. La edición especial articula las mismas ideas, pero siguiendo el objetivo propio de un libro para niños: educar a través de la historia.

 

A nadie le gusta la nada

De verdad desearía con todo mi corazón

Que no existiera

Pero con desearlo no es suficiente

Vivimos en el mundo real donde

La nada existe

No podemos simplemente des-inventarla

La nada no es comprensible

Ni vos ni yo guardamos alguna esperanza

De poder entender lo que es

Y lo que hace

Es difícil saber si la nada

Es realmente nada

Por lo tanto, es difícil saber si una política

De no hacer nada es exitosa

La nada

Por efectiva que nos haya parecido

Hasta el día de hoy difícilmente pueda

Seguir siéndolo indefiniblemente

Si yo tuviera que elegir

Entre la continua posibilidad de

Que nada suceda

Y no hacer nada

No dudaría en elegir la segunda

O la primera.

Sin dudas el disco que acaba de cumplir sus primeros 20 años de vida, represento un cambio rotundo en la música de Radiohead, sobre todo al abandonar la guitarra eléctrica como principal recurso sonoro, la utilización de la electrónica, los efectos sonoros recargados en las voces, etc. Pero también la manera en que vieron el futuro, cambiando la forma de relacionarse con sus fans y la industria discográfica, fueron dando pistas en su página oficial, a manera de diario y no dudaron en compartir el disco para descarga gratuita antes de que llegue a las disquerías, realizaron una gira por Europa sin sponsors, los cortos promocionales totalmente alejados de la idea de video clip.

 
 
 Un disco que es mucho más que eso, un experimento sonoro/visual, un ejercicio artístico/conceptual, un llamado de atención al mercado musical, que fue maltratado por la prensa al momento de su aparición, y poco comprendido por muchos de sus seguidores, pero que, a fuerza de tiempo y comprensión se ganó un lugar entre los mejores de todos los tiempos.

Existen múltiples miradas sobre lo que representa kid A para la cultura popular, y las influencias que recibieron ellos más allá de lo musical, desde la importancia del libro No logo de Naomi Klein, las protestas antiglobalización de Davos del 2000, la crítica al mercado de alimentos genéticamente manipulados, la escritura dadaísta. Muchas de estas miradas pueden leerse en el maravilloso libro escrito por Marvin Lyn, que edito el año pasado Dobra Robota/Walden en nuestro país, donde analiza cada aspecto del disco, desde la influencia política y social, hasta la artística. Con referencias a entrevistas y escritos de la época, y de donde extraje información para esta nota.

La Revista:

 https://issuu.com/revistathe13th/docs/the13th_n_67?fbclid=IwAR2l2hTlBTvJZA45CeXqr10UgV1EDHtwJpS3RC36PQFKpNr3iWOwKOEIeds