"Pacha Brain"
acuarela 2018.
Llegue a este disco por el
famoso libro los 1001 disco que debes escuchar antes de morir.
Nunca había prestado atención
al funk, y decidí empezar por este disco. Debo decir que la portada me atrapo
ni bien la vi. Esa negra que grita desesperadamente, enterrada en medio de la
oscuridad. Enigmática y fuerte, cual pacha mama, herida, pero dando batalla.
Representa la puerta de entrada a un disco increíble.
Unos golpes de batería con
delay, nos adentran en un trance eterno, que se profundiza con una guitarra
quejosa cargada de wah wah, que se entrelaza con otra guitarra más acústica,
que desarrolla un interminable arpegio. Se pueden ver atisbos de Hendrix, en
una de las introducciones más largas de la historia. Luego de 9 minutos puede escucharse un susurro
que reza algo así como “Call Maggot Brain” o quizás “Cool Maggot Brain”.
Cuenta la leyenda que el
mentor de todo este viaje y creador del termino P-Funk, George Clinton, le pidió al guitarrista Heddie Hazel, que
toque ese solo como si su madre hubiese muerto. Y valla que funciono aquel
truco, la guitarra suena estremecedora por momentos y de un sentimiento devastador.
El “P-Funk” representaba el viaje de la nave nodriza, encargada de
llevar el funk a todas las galaxias del universo, comandada por el Dr.
Funkenstein, alter ego de Clinton, cantante y líder del proyecto. Dentro de la
llamada movida Psicodélica, el funk nunca tuvo el reconocimiento que debería haber
tenido, sobre todo este disco en particular, que se mueve dentro del estilo
como pez en el agua, mejor dicho, como nave en el cosmos. Seguramente el concepto
central del P-funk, tiene mucho que ver con otro viaje, uno mental, provocado
por el exceso del LSD, reconocido por los miembros de Funkadelic, y muy común por
aquellos años.
Cuando finalmente me decidí a
comprarlo en vinilo, me detuve en la foto interna de la portada, había un
personaje que me llamaba la atención, me parecía haberlo visto en algún lado.
Sin dudas lo había hecho, era ni más ni menos que Clinton, y la foto, era la
misma que había utilizado unos cuantos años después Primal Scream en la contratapa
de su disco “Give Out But Don't Give Up” Resulta
que Bobby Gillespie de Primal Scream es fanático de la música de Clinton, quien
trabajo como productor del disco.
Volviendo a Funkadelic, representa una parte muy importante en el rock, una mezcla de Soul, Funk y Psicodelia de las mejores que sean hecho, con un trabajo de voces conmovedor, si aún
no escucharon “Maggot Brain” háganlo,
no se van a arrepentir, pónganse el casco afro, relánjense en su nave sillón, y entréguense al viaje, es sin dudas es un disco fundamental para esta galaxia
o cualquier otra.
"El Dr. Funkentein"
Acuarela 2018.
Acuarela 2018.
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