Guitarra vas a suplicar

Jamás había oído hablar de Sonic youth en mi vida, cuando cayo en mis manos Dirty, o las mil y una formas de castigar a una guitarra y no morir en el intento, demás esta decir que después de aquel acople inicial de 100% nada volvería a ser lo mismo, por lo menos para mi, solía escucharlo al palo en el Walkman y todavía no entiendo como no me quede sordo, ni bien se terminaba un lado, lo daba vuelta y allá vamos nuevamente, a viajar en la electricidad. Estos Jóvenes que además de luchar contra el fascismo, saben como tratar y maltratar a sus instrumentos sin que esto sea una contradicción para ellos, nos llevan de viaje, los chicos sonicos nos toman de la mano y nos llevan de paseo, en skate por supuesto, por las calles de New York, la sensación es contradictoria, por que a pesar de llevarnos a toda velocidad por su barrio, da la sensación de que en realidad estamos quietos, dentro de una sala de ensayo donde cuatro tipos, perdón, tres y una minita, hacen lo que mejor saben, rockear, y vaya que lo disfrutan, no se privan de nada a la hora de componer, así desfilan buenas melodías, estribillos pegadizos, gritos, riff, acoples, y sobre todo ruido, mucho ruido, de apoco el caos se va apoderando del disco, pero ojo, no se trata de un caos desquiciado sin ningún tipo de dirección, sino mas bien, una especie de caos organizado, donde cada parte ocupa su lugar, sin intentar desplazar a la otra parte, así cada instrumento muestra lo suyo y completa el todo, el resultado que logran es genial, realmente genial y creo sin exagerar que este disco, esta entre los mejores de la historia del rock, ya se que muchos puristas de la música indie dicen: no, tiene mucha producción, se vendieron a una multinacional, el mejor disco es Evol y cosas por el estilo, la verdad es que no escuche todos sus discos, que son un montón, pero si escuche una buena parte y creo que este es el punto de execelencia de la banda, me parece que aquí, lograron superar en composición y sonido, lo que habían encontrado en Goo, su álbum anterior, que dicho sea de paso tampoco tiene desperdicio.

Las bandas siempre necesitan ayuda, de una compañía, de un productor o una distribuidora etc. por que sino los músicos, se quedan encerrados en su propia burbuja y no logran crecer, esto lo vimos claramente con la edición de “Nevermind” de Nirvana, que logro superarse ampliamente luego de su 1º álbum Bleach, claro el desafió esta en no abandonar sus ideas y poder lograr una armonía entre las dos partes, y en este caso esta mas que lograda.

No dejen de escucharlo, o de volver a escucharlo, como decía una vieja publicidad:

“Yo Carlos Sacan se lo garantizo”