"Dolores"
tinta 2018
1993.
La primera vez que leí sobre "The Cranberries" fue en el número
uno de la revista "Revolver". La nota estaba dedicada a nuevas cantantes. No era
lo que se dice una crítica positiva, sino más bien, los dejaba muy mal parados.
La crítica hacía hincapié en la falta de compromiso en las letras y en el
riesgo musical. Ya que todas esas nuevas voces marcaban como influencia el Folk
urbano.
Como yo soy un cabeza dura y además me gustaba mucho el
video de “Dreams” compré el casette
grabado, y la verdad es que me sorprendió, una de las cosas que más me gustaba era
el carácter electro-acústico que manejaban en el álbum. Justo, otra cosa que la
nota marcaba como algo negativo, ya que supuestamente aburría. A mí me encantaba
porque salía del molde fácil del llamado rock alternativo de los 90, distorsión
al palo, riff de guitarra, grito de carraspera, etc. Y, el otro punto, era el trabajo de las voces, una mezcla entre canto celta y balada pop, que cautivaba a cualquiera. Me parecía un trabajo de melodías sutiles y
bellas. Algo que hacía falta para curar un poco la resaca del grunge, que venía
dominando el mercado.
Para el segundo álbum, lo que a mi entender es su obra
maestra, fueron más allá, y de la mano de su hit “Zombie” parecían contestarle a la nota. Una letra comprometida,
contando su postura frente a un conflicto histórico de la lejana Irlanda. La música
también se endurecía para la ocasión.
El disco y varias letras hacían referencia a una ruptura
amorosa de su vocalista y letrista, Dolores O´Riordan. Superaba al primer álbum por
mucho, y rápidamente treparon los charts, la fama y la gloria a los 18 años no
parecen ser muy sanas. Y ellos supieron lidiar con eso durante un tiempo, como
la constante comparación de parte de los medios con Sinéad O´ Connor, los rumores
de anorexia y la separación de la banda.
Los discos que siguieron no me despertaron el menor interés,
salvo por algún tema suelto.
2018
Me encuentro viajando a la costa, el día de mi cumpleaños,
15 de enero, cuando veo en Facebook la noticia de la sorpresiva muerte de
Dolores a sus 46 años. Enseguida vienen a mi mente los dos primeros discos de The
Cranberries, y sobre todo aquel video de “zombie”
y su machacante “In your head…” esa
puesta en escena religiosa, mezclada con imágenes reales de las calles de
Irlanda, soldados, armas, el maltrato a los niños como tema central. Como supo
padecer en carne propia la pequeña Dolores. La maldad cava profundo en un niño
y a veces es imposible de sobrellevar, puede volverse una pesadilla constante. Decía
en una nota tiempo después. A pesar de ello, fue valiente, se animó a escribir y
cantar.
Por suerte las buenas canciones permanecen, nos acompañan, al igual que la voz angelical de O´Riordan que seguirá resonando en nuestras cabezas …en
nuestras cabezas…
"Plegaria"
tinta y acrilico 2018